Vida salvaje en invierno

La fotografía de vida salvaje es siempre un reto: la luz, la naturaleza y por supuesto los animales tienen que coincidir perfectamente en un momento.

En invierno, hay además aspectos que no se dan en otras estaciones y suponen una exigencia adicional al fotógrafo. El frío hace que te canses más rápido, tu concentración disminuye y cada paso en la nieve requiere más energía.

Cuando estás parado en el frío a -10 grados esperando, a veces te preguntas ¿por qué estoy haciendo esto? La respuesta a esto es sencilla: se necesita mucha pasión para hacer cosas que no se harían en otras circunstancias.

Sin embargo, para mí el invierno ofrece los ambientes luminosos más emocionantes y hermosos de todo el año. El sol está bajo y los amaneceres y atardeceres son largos e intensos.

Imagen de una gamuza a lo lejos

Aquel día me encontraba en una montaña a unos 2200 metros sobre el nivel del mar. Un viento helado me soplaba directamente en la cara y el clima tampoco era el mejor ese día. De repente vi un grupo de gamuzas a lo lejos corriendo hacia la montaña. Como estaba muy lejos, decidí hacer una foto que se centrara más en el ambiente que en el propio animal. La gamuza que mira hacia arriba y la espesa nube del fondo dan a la foto el ambiente que quería captar. La naturaleza ruda y dura en las montañas.

Imagen de una gamuza cerca

Animado por mi primer encuentro con la gamuza, quise repetirlo. Así que planeé mi siguiente aventura en las montañas, esperando tener suerte para volver a ver a esos animales. Caminé todo el día en la nieve buscando huellas que indicaran que los animales habían estado allí recientemente. Una vez que encontré las huellas, solo era cuestión de esperar, ¿o seguir buscando? Ese día decidí quedarme cerca y busqué algo para cubrirme. No moverse durante mucho tiempo a -10 grados suele ser muy difícil. Cuando el sol ya se estaba poniendo lentamente, casi había perdido la esperanza. Pero, de repente, un par de gamuzas vinieron corriendo por la colina. Poco tiempo después, me vieron y se detuvieron. Y como los animales dependen de la comida en invierno, no tuvieron más remedio que aceptarme. Lo importante en ese momento es quedarse quieto y reaccionar ante lo que está pasando. Inmóvil en el suelo, pude capturar este hermoso ambiente nocturno con una gamuza. Me olvidé de que tenía los dedos rígidos y los pies fríos por un instante con esta vista.

Herrerillo capuchino

La previsión meteorológica indicaba que iba a nevar y esa fue mi señal para preparar la mochila. La idea era fotografiar un herrerillo capuchino en un paisaje de invierno. Habían caído unos 30-40 cm de nieve durante la noche, por lo que cada paso era bastante agotador. En esas condiciones, todo está tranquilo y es como estar en otro mundo. A pesar del silencio que me rodeaba, no podía escuchar ningún pájaro, pero no me dejé distraer y seguí caminando. La nevada era cada vez más intensa y yo estaba cada vez más mojado. En ese momento, escuché el claro sonido estridente del herrerillo capuchino y tuve que probar suerte. Tuve que ser paciente hasta que la nieve se calmó y los pájaros volvieron a volar. Parecía que me miraban y pensaban, ¿qué hace esta persona perdida aquí sola? Estos momentos solo duran unos segundos y hay que ser capaz de reaccionar rápidamente a pesar del frío. La cámara debe estar configurada para que puedas ocuparte de la observación y apretar el gatillo en el momento adecuado.

Ciervo

Para esta foto, la sincronización fue crucial. A primera hora de la mañana, todo estaba todavía oscuro, me puse la linterna en la cabeza y empecé a caminar. Mi objetivo era estar en el lugar de la acción antes del amanecer. Por supuesto, eso no significa que vayas a ver algo, pero al menos el momento y el lugar son los adecuados. En cuanto sale el sol, desaparecen de nuevo en el bosque. Esa mañana no había nieve, pero había sido una noche muy fría y húmeda. El prado estaba literalmente congelado y tenía un aspecto precioso. Busqué un lugar en las afueras del bosque y me escondí entre los arbustos. Después de varios días sin un solo animal, esa mañana apareció un grupo de hembras y esperaba poder ver también al macho alfa. De repente surgió una cornada en el centro y estaba deseando que se separara del grupo un instante. Mi deseo fue escuchado y se dirigió hacia ese prado congelado. Qué gran momento, breve pero simplemente estupendo. Lo más importante en la fotografía de la naturaleza es la paciencia y la voluntad de intentarlo una y otra vez.

Zorro

No es una foto típica del invierno, pero hacía mucho más frío de lo que te puedas imaginar. De hecho, ya estaba de camino a casa. Tenía frío, los dedos estaban casi entumecidos y en mi cabeza ya tenía el calor de mi sala. Pero fotografiar animales en la naturaleza me ha enseñado una cosa. La cámara solo se mete en la mochila cuando estás frente al coche o has llegado a casa. Fiel al lema "¡No se acaba hasta que se acaba!". Esto también fue así esa tarde. Volví caminando, miré a mi alrededor y me pareció que los colores del cielo eran hermosos. El sol ya se había ocultado tras el horizonte y ya estaba muy oscuro. De repente, vi una sombra que revoloteaba por la oscuridad del paisaje nevado. La segunda vez que me fijé más de cerca, el zorro ya estaba de pie en el borde y solo pude reaccionar. Ya no tenía tiempo para hacer ajustes en la cámara ni para pensar. ¡Ahora todo tenía que cuadrar! Para mí, este momento fue uno de los más cortos, intensos y sorprendentes desde que salgo a la naturaleza. Me demuestra una vez más que la capacidad de reaccionar ante todo es increíblemente importante, al igual que un sistema de cámara que pueda enfrentarse a todo.

Consejos para la vida salvaje en invierno

El invierno ofrece momentos preciosos, pero no todos los animales son fáciles de fotografiar en esta época. Planear una excursión es aún más importante que en cualquier otra época del año, porque hay que enfrentarse al frío. Por muy abrigado que vayas, en cuanto dejas de moverte empieza a hacer frío. Las baterías de repuesto deben llevarse siempre cerca del cuerpo y no en una mochila fría.

En invierno no hay que olvidar un punto muy importante. Para los animales, el invierno es una cuestión de supervivencia y debes tratarlos con más respeto de lo habitual. Es importante no ahuyentar a los animales, sino mantener la distancia. Una buena foto no siempre tiene que hacerse desde muy cerca, es importante integrar la naturaleza y la luz en la escena.

Si nieva mucho y el C-AF se atasca en la nieve. Entonces hay dos opciones. O bien reducir la sensibilidad del C-AF o cambiar al S-AF.

En las situaciones con mucha nieve, es decir, con mucha superficie blanca, siempre es bueno sobreexponer un poco la cámara. Cuando vuelvas a casa después de una exitosa excursión de invierno, es aconsejable acostumbrar la cámara y a los objetivos a la temperatura poco a poco y no desempaquetarlos enseguida. Yo suelo esperar unas horas y sacar la tarjeta de la cámara antes para guardar las fotos.

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