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Descubrir las pequeñas cosas a través de un objetivo macro

Hemos seguido a Jamie, alias @this_forest_floor en Instagram, para saber más sobre las increíbles estructuras y escenas que se encuentran frente a su 60mm F2.8 Macro...
Cuando era un estudiante universitario sin un duro, un amigo mío extremadamente amable mencionó que creía que tenía ojo para la fotografía y posteriormente me ayudó a comprar mi primera cámara: la Olympus E-PL1.

Desde entonces, la mayor parte de mis fotografías han sido de viajes, animales y paisajes, y alguna que otra foto macro de un caracol en una excursión por el bosque. Nada parecido a lo que hago ahora, pero siempre he amado el mundo de la naturaleza y creo que mi fotografía lo refleja.

También creo que antes mi fotografía carecía de intención, era todo muy circunstancial. Lo cual está bien, supongo. Pero hay algo al tener ojo para la fotografía y es que te permite no aprender nunca su mecánica real, y admito que lo hice durante años. Sinceramente, no tenía ni idea de lo que estaba haciendo con mi cámara, ni de cómo mejorar a nivel técnico. Estas cámaras Olympus Micro Four Thirds son tan increíbles que puedes usarlas simplemente en configuración automática, y la mayoría de las veces obtendrás algo perfectamente bonito y la gente quedará impresionada.

Las colinas onduladas y las hermosas puestas de sol son maravillosas, sí: pero lo que realmente me intriga son las pequeñas y extrañas cosas que solo se encuentran bajo las hojas podridas y lo que parece estar oculto a la vista. Los pequeños detalles que pasan desapercibidos, algo tan increíblemente pequeño de lo que no se puede entender el alcance total de lo que se está viendo sin la posibilidad de hacer zoom. Los mohos de limo de la Hemitrichia calyculata abren sus tapas y dejan salir sus pequeñas y arrugadas esporas. Es como la vida extraterrestre, ¡aquí con nosotros en el bosque!

Capturar este nivel de detalle requiere tecnología: conseguir las imágenes en primer plano que quería se me escapaba constantemente.

Moho del limo Hemitrichia calyculata

Avancemos hasta ahora: tengo mi tercera cámara mirrorless Olympus, la Olympus OM-D E-M10 Mark I, y me di cuenta en una excursión en el Parque Richmond hace unos meses de que si quería mejorar mi caza y conseguir un acercamiento de grano de arena a las setas y los insectos, simplemente tendría que conseguir un objetivo macro adecuado. Esto también significaría aprender a usar mi cámara fuera de rodaje. Así que eso es exactamente lo que he estado haciendo con mi tiempo, prácticamente sin parar, desde hace meses. Compré el objetivo M.Zuiko Digital ED 60mm F2.8 Macro y estoy o en el trabajo, o en un bosque cercano, a veces durante tramos de seis horas bajo la lluvia, sentado en el barro resolviendo todo por mí mismo, y sinceramente nunca he estado más contento.

Schizophyllum commune

Ahora solo uso mi cámara en modo manual. Ajusto todo, lo que ha añadido mucho más disfrute a mi fotografía. Puedo resolver la composición de mis imágenes sobre la marcha: antes no podía hacerlo. Ha desbloqueado por completo mi capacidad para captar lo que quiero.

Mi cámara también es un poco más antigua, por lo que no tiene el elegante apilamiento de enfoque integrado en cámara que tienen los modelos más nuevos y no tengo Photoshop para hacerlo posteriormente. Hago todo lo posible para que todo esté enfocado, pero a veces no lo consigo con la distancia focal que hay. Para ser sincero, creo que eso se presta a una foto más suave y artística.

Tapa de tinta brillante

Lo más increíble que ha resultado de sumergirme en la macrofotografía es mi descubrimiento de todas las exquisitas y complicadas criaturas que habitan el suelo del bosque. Me he encontrado hasta las rodillas (literalmente) en un nuevo amor por la micología y la entomología, y he hecho algunos grandes amigos de la macrofotografía en Instagram. La comunidad que rodea a este tipo de fotografía es increíblemente solidaria y útil. He aprendido mucho de ellos, y siempre nos ayudamos unos a otros con las identificaciones.

Uno de mis más recientes y emocionantes descubrimientos fue el de un grupo de Rhodotus palmatus, comúnmente conocido como el hongo melocotón arrugado. Rhodotus palmatus es una especie monotípica, lo que significa que es la única especie de su género y es raro encontrar los cuerpos fructíferos en la naturaleza. Están en la lista roja de hongos debido a la enfermedad del olmo holandés, lo que los convierte en un hallazgo razonablemente infrecuente.

Este es el aspecto que tienen cuando empiezan a formarse los cuerpos fructíferos. Fíjese en las gotas de evisceración, irreconocibles como seta en esta fase.

En la madurez, todavía hay algo de evisceración y se puede ver claramente de dónde viene el nombre de este magnífico ejemplar de color melocotón.

Mis otros temas favoritos son los mohos de baba, los hongos gelatinosos y los moluscos. Mohos del limo (si no sabes lo que son, hazte un favor y ve la película A Creeping Garden).

Stemonitis splendens moho del limo

Cornu aspersum - caracol de jardín

Trametes Versicolour - hongo cola de pavo

Babosa negra - Arion ater de la madera. Me encantan las franjas de los pies de color naranja.

Hay mucho que descubrir en el suelo del bosque si se tiene voluntad y paciencia. Hay que empezar por inspeccionar los árboles talados y la madera podrida. Frenar, acercarse, mirar por debajo de las hojas y los trozos de corteza de los árboles en el suelo, y no temer ensuciarse por completo en el proceso.


Productos utilizados:

M.Zuiko Digital ED 60mm F2.8 Macro


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